PREFIERO MORIR POR IDEALES SUBLIMES A DUDAR POR CAMINOS CONCRETOS
Miré aquellas angustias bajo un mismo techo, el armazón soporta de cuatro a dos ventanas, ¿por qué sólo el puro mira por ellas? Acaso se ha vuelto tan recto el camino… caballo amaestrado a mirar un sólo punto: la monotonía.
Me sorprendí al ver almas curiosas, con las manos
al margen del concepto (ventana), rompiendo sus límites con la observación.
En este laberinto, el propósito no es llegar al
final, carreteras, ¿qué contienen mas allá?
Prefiero morir por ideales sublimes a dudar por
caminos concretos.
La fotografía que acompaña esta publicación fue tomada por el autor de los poemas.
La fotografía que acompaña esta publicación fue tomada por el autor de los poemas.
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