martes, 11 de junio de 2013

PREFIERO MORIR POR IDEALES SUBLIMES A DUDAR POR CAMINOS CONCRETOS

 

Miré aquellas angustias bajo un mismo techo, el armazón soporta de cuatro a dos ventanas, ¿por qué sólo el puro mira por ellas? Acaso se ha vuelto tan recto el camino… caballo amaestrado a mirar un sólo punto: la monotonía.
Me sorprendí al ver almas curiosas, con las manos al margen del concepto (ventana), rompiendo sus límites con la observación.
En este laberinto, el propósito no es llegar al final, carreteras, ¿qué contienen mas allá?
Prefiero morir por ideales sublimes a dudar por caminos concretos.


La fotografía que acompaña esta publicación fue tomada por el autor de los poemas.



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